Los xenoestrógenos son compuestos nuevos, hechos por el hombre, que difieren de los arquiestrógenos (antiguos, presentes en la naturaleza) producidos por los organismos vivos.
Los xenoestrógenos imitan el efecto de otros estrógenos.
Su impacto potencial ecológico y en la salud humana está bajo estudio.
Estos químicos tienen la estructura molecular muy parecida a los estrógenos (que son hormonas producidas naturalmente) y pueden cumplir diferentes funciones: unirse a los receptores hormonales de las células obstruyendo la respuesta hormonal natural, bloquear los receptores hormonales, y destruir los mensajes hormonales.
Como son hormonas sintéticas no son eliminadas por el organismo con la misma facilidad que las naturales.
El resultado, en todos los casos, es, por un lado, exceso de estrógenos y, por contrapartida, una deficiencia de progesterona.
Por ello pueden provocar numerosos trastornos como: síndrome premenstrual, retención de líquidos, irritabilidad, endometriosis y adenomiosis, disminución en la cantidad y calidad del esperma…
Se está estudiando el efecto potencial de los xenoestrógenos en la aparición del cáncer, sobretodo en relación al cáncer de mama y de útero.
Se pueden encontrar xenoestrógenos en productos como protectores solares (hidroxianisol butilado), conservantes alimentarios, plásticos (los que contengan ftalatos), insecticidas (atrazina, DDT, metoxiclor…) y en todo tipo de cosméticos, champúes, geles… que contengan parabenos.
El tema de los parabenos es especialmente preocupante pues se encuentran en la mayoría de productos de cosmética: mirad las composiciones y seguro que veréis palabras acabadas en “…paraben”.
No hay que fiarse, puesto que muchas empresas que comercializan productos “ecológicos” o “naturales” incluyen parabenos en sus formulaciones.
Los xenoestrógenos son parte de un grupo heterogéneo de químicos que son agentes hormonales activos.
Difieren de los fitoestrógenos (sustancias estrogénicas de las plantas), micoestrógenos (sustancias estrogénicas de los hongos, los que pueden ser considerados un tipo de micotoxina, y de los estrógenos farmacológicos (cuya acción estrogénica es intencional) en que son hechos por el hombre y sus efectos no son intencionados.
Los estrógenos de una variedad de fuentes pueden tener un efecto acumulativo en los organismos vivos, y los xenoestrógenos pueden ser parte de un cuadro mayor de un proceso de estrogenización del medio ambiente.
Los xenoestrógenos han estado siendo introducidos en el medio ambiente por compañías industriales, de agricultura y químicas sólo en los últimos 70 años, aproximadamente, pero han existido compuestos similares en el ambiente desde el comienzo de la vida misma. (ver fitoestrógeno)
Se ha implicado a los xenoestrógenos en una variedad de problemas médicos, pero hay poca evidencia de que ellos realmente originen algún efecto advero en humanos.2 Más importante es la preocupación de que los xenoestrógenos como falsos mensajeros puedan distorsionar el proceso de reproducción.
Los xenoestrógenos tienen un efecto similar que los estrógenos producidos naturalmente y pueden incrementar el crecimiento del endometrio, por lo que los tratamientos de la endometriosis incluyen la prohibición de usar productos que los contengan.
Del mismo modo, también se les evita con el fin de evitar la aparición o agravamiento de una adenomiosis. Los estudios implicaron observaciones de alteraciones en la vida salvaje con exposición estrogénica.
Los temas reproductivos relacionados con los humanos son la exposición fetal (que puede conducir a hipospadia) y la disminución de la capacidad reproductiva en hombres (por ejemplo, decremento en el conteo espermático).
En un estudio de Sharpe y Shakkeback, publicado en The Lancet en 1.993, los investigadores atribuyeron la incidencia de la caída en el conteo espermático en varones a la incrementada exposición a estrógenos en el útero.
Otro aspecto es el efecto potencial de los xenoestrógenos en oncogénesis, específicamente en relación al cáncer de mama.
Algunos científicos dudan que los xenoestrógenos tengan algún significado biológico, en las concentraciones que se les encuentra en el medio ambiente.
Presencia
La ubicua presencia de tales sustancias estrogénicas es una preocupación significativa para la salud, tanto individual como colectiva.
La vida yace en la transmisión de la información biológica a la siguiente generación, y la presencia de xenoestrógenos puede interferir con el proceso de la información transgeneracional a través de la "confusión química" (Vidaeff y Sever), que enuncia : "los resultados no apoyan con certeza la visión de que los estrógenos medioambientales contribuyan a un incremento en los desórdenes reproductivos en machos".
Investigación
Aquellos que creen que la distorsión de los estrógenos ambientales es un peligro mayor para la salud tienen la oposición de los detractores, que arguyen que los efectos observados son espurios e inconsistentes, o que las cantidades de los agentes son demasiado bajas para tener algún efecto.
Un estudio del 2.005 hecho por Belcher y sus colaboradores demostró que incluso cantidades muy bajas de un xenoestrógeno, en este caso Bisfenol A, puede afectar las señales neurales fetales más que niveles mayores (PMID 16123166), indicando que los modelos clásicos donde la dosis iguala a la respuesta puede no ser aplicable en un tejido susceptible.
Debido a que este estudio involucró inyecciones intra-cerebelares, su relevancia a las exposiciones medioambientales es incierta.
Productos químicos con efectos estrogénicos conocidos
4-Metilbenziliden canfor (4-MBC) (lociones de bloqueadores solares)
hidroxianisol butilado / BHA (preservante alimentario)
atrazina (insecticida)
bisfenol A (monómer de los plásticos de policarbonato y resinas epóxicas; antioxidante en plastificantes)
diclorodifenildicloroetileno (uno de los productos de la descomposición del DDT)
dieldrín (insecticida)
DDT (insecticida)
endosulfano (insecticida)
eritrosina / FD&C Red No. 3
etinilestradiol (píldora contraconceptiva oral combinada) (liberada al medio ambiente como un xenoestrógeno)
heptaclor (insecticida)
lindano / hexaclorociclohexano (insecticida)
metaloestrógenos (un tipo de xenoestrógenos inorgánicos)
metoxiclor (insecticida)
nonilfenol y sus derivados (surfactantes industriales; emulsificadores para la polimerización en emulsión; detergentes de laboratorio; pesticidas)
bifenilos policlorados / PCBs (en aceites eléctricos, lubricantes, adhesivos, pinturas)
parabenos (lociones)
fenosulfotiazina (un tinte rojo)
ftalatos (plastificantes)
DEHP (plastificante para PVC)
Dietilestilbestrol (estrógeno farmacológico obsoleto)
Disruptor endocrino
Cáncer de mama
Fitoestrógenos
SULT2B1
Xenobiótico
Cómo evitar la exposición a los xenoestrógenos
Los xenoestrógenos son estrógenos extranjeros que se pueden encontrar en cientos de materiales sintéticos.
Dado que los materiales artificiales y compuestos pueden tener efectos tóxicos sobre el organismo, la sobreexposición a los xenoestrógenos pueden tener consecuencias perjudiciales y llevar a varias enfermedades, problemas de salud e incluso ciertos tipos de cáncer.
Mantenerse alejado de compuestos y materiales que puedan contener los xenoestrógenos puede reducir el riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con la toxicidad.
Aquí encontrarás cómo puedes evitar la exposición a los xenoestrógenos.
Instrucciones
Evita calentar la comida con una envoltura de plástico en el microondas. Un estudio de la Universidad de Dartmouth mostró como una envoltura de plástico calentado en el microondas con aceite vegetal produce un exceso de xenoestrógenos.
No comas productos cárnicos criados para la venta.
Algunos agricultores engordan su ganado con inyecciones de xenoestrógenos y suplementos.
Si bien esta práctica ha sido regulada desde los años 80, todavía está en uso en los Estados Unidos.
Utiliza otros métodos de control de la natalidad, además de las píldoras anticonceptivas.
Las píldoras anticonceptivas están hechas con una alta concentración de estrógeno sintético que puede llegar a ser tóxico con el uso a largo plazo.
Utiliza formas alternativas de control de la natalidad siempre que sea posible.
Abstente de usar champú hecho con estradiol. Un champú que contiene estradiol puede contener altos niveles de estrógeno activo.
Comprueba la etiqueta de tú botella de champú para observar qué ingredientes posee.
Revisa la lista de ingredientes de tu protector solar y bloqueador de rayos UV.
Los investigadores en Europa indican que ciertas sustancias químicas que se encuentran en productos de protección solar y bloqueadores UV pueden imitar los efectos del estrógeno.
Cinco productos químicos a evitar son benzofenona-3, homosalato, alcanfor 4-metil-bencilideno (4-MBC), octil metoxicinamato-y octil-dimetil-PABA.
Evita usar productos que contengan ftalatos.
Los ftalatos se encuentran comúnmente en lociones y polvos para bebés e incluso algunos cosméticos. Revisa la lista de ingredientes para asegurarte de que estos productos comunes de la casa estén libres de este compuesto nocivo potencialmente peligroso.
Di no a los herbicidas.
Utiliza soluciones simples y naturales para el jardín como el vinagre y la sal combinados con agua.
Consejos y advertencias
El uso de productos orgánicos y naturales del hogar puede reducir el riesgo de absorción de los xenoestrógenos.
Comer carne de gallinas camperas y orgánicas es otra manera de reducir el riesgo de estar expuestos a xenoestrógenos.
Busca productos en línea si no estás seguro de sus ingredientes.
Un exceso de xenoestrógenos en el cuerpo se ha vinculado a la formación de un quiste mamario.
Siempre lee la lista de ingredientes de los productos para el hogar, cosméticos y alimentos nuevos en tu hogar.
Dónde podemos hallar estos xenoestrógenos?
Plásticos (tenemos varios tipos de plásticos, unos más dañinos que otros, según formulación.
El Contacto en solutos, amplifica el problema.)
Jabones; corporales, pelo, lavavajillas, limpieza de ropa, etc.
Desodorantes.
Productos de cosmética.
Agua del grifo (agua tratada en depuradoras, lo cual no excluye su aporte de "restos" de todo tipo de químicos, entre ellos, píldora anticonceptiva, residuos plásticos, etc).
Ciertos tipos de tejidos.
Pesticidas, herbicidas.
Drogas farmacéuticas.
Todo tipo de enlatados/envasados (por dentro llevan una cobertura plástica que contamina el alimento)
Biberones; coge más consistencia el problema al exponerlos a altas temperaturas por parte de la leche. Peor aún si el plástico se introduce en el microondas.)
En cualquier fuente de grasa no ecológica.
Ciertos conservantes y/o aditivos alimentarios.
Insecticidas.
Ambientadores.
Tintes.
Los problemas :
Incremento en la producción de grasa corporal. (el nivel de estrógenos, condiciona el nivel de grasa corporal, además de si se tiene mucha grasa en el organismo, la presencia estrogénica, permanece incrementada.)
Predisposición acentuada a varios tipos de cáncer.
Exposición al bebé durante sus primeros años de vida, a un irrecuperable estado metabólico, influenciado por estos tóxicos.
Exposición a alteraciones hormonales con sus respectivas consecuencias.
Retención acusada de líquidos en el organismo.
Soluciones :
Consumo habitual de crucíferas (familia del brócoli, col, coliflor, col de bruselas..)
Uso seleccionad de componentes de higiene /cuidado personal.
Minimizar en lo posible el uso de plásticos, cambiar el material por acero inoxidable o cristal.
“Nalgene” es un referente en botellas de policarbonato especial, libre de BPA, principal precursor plástico estrogénico.
Evitar SIEMPRE, el calentar plásticos con comida dentro.
Minimizar el consumo de “procesados”, la gran mayoría, envasados en estos plásticos.
Uso de equipos de osmosis directa para filtrado del agua y almacenaje en contenedores adecuados.
En su defecto, uso de agua de manantial preferentemente a utilizar el agua del grifo.
Minimizar ingesta de tóxicos implementando el uso de nutrición orgánica/ecológica.
Cómo podemos identificar a los plásticos?
El numerito del fondo de la botella :
3, 6, 7, son los compuestos más metabólicamente dañinos, y por lo tanto, a evitar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por sus aportes, estos nos ayudan a crecer, así podemos ofrecerle un mejor servicio.