La alegría es uno de los sentimientos más buscados por el ser humano y quizá uno de los que más cuesta encontrar y, sobre todo, mantener.
Decimos que estamos felices cuando nos sentimos entusiastas, libres, gozosos y realizados con lo que hacemos.
Cuando sucede esto, significa que en nuestro cerebro se están segregando unas sustancias llamadas endorfinas, las cuales son las responsables de que nos sintamos alegres y llenos de vida.
Sin embargo, el efecto de estas sustancias naturales en el cerebro no siempre es tan duradero como quisiéramos, y muchas veces la alegría pasa rápido o, en ocasiones, parece que nos deja un poco más solos o poco entusiasmas que antes.
Qué hacer para mantenernos alegres?
Es imposible estar en un estado de entusiasmo durante todas nuestras actividades del día?
Qué es lo que nos hace que el ánimo “baje” y todo empiece a parecer poco gustoso y disfrutable?
La alegría permanente
La alegría permanente es algo a lo que el ser humano puede aspirar, en realidad, nacimos para estar contentos y llenos de energía y vida, pero quizá el problema reside en que actualmente hay muchas complejidades e información en la vida moderna la cual eclipsa nuestros verdaderos sentimientos de alegría, gozo y, sobre todo, de descubrimiento y aventura.
Sin embargo, a pesar de que pareciera una misión imposible, hay muchas cosas que puedes hacer y revalorar para sentirte animado y entusiasta, estar feliz en realidad tiene más ventajas de las que te imaginas, no solo se tata de traer “una cara feliz” ni de caerle bien a todos, sino que la persona alegre, pacifica y sencilla sin duda conoce secretos de si mismo que no conocen ni han descubierto aquellos que están con poca paz, gozo y alegría.
Mantener las endorfinas en el cerebro
Hemos dicho que cuando te sorprendes con una sensación de entusiasmo, paz y ganas de vivir, es que en tú cerebro hay una buena producción de endorfinas, es decir, de las hormonas de la alegría y el gozo.
Esto equivaldría a decir que, cuando pasa la alegría, entonces estas sustancias han bajado en tú cerebro.
Las personas que se sienten depresivas, apáticas, poco motivadas, etc., tienen bajos niveles de estas hormonas.
También las personas enfermizas, decaídas, apáticas, que no disfrutan la vida y son pesimistas, tienen muy bajos niveles de estas sustancias.
Ansiolíticos, medicamentos y fármacos contra la depresión, tristeza, etc.
Muchas veces recurrimos a remedios como tomar fármacos, ansiolíticos y otras sustancias para sentirnos bien y evitar estar depresivos, tristes, ansiosos, tensos, etc.
Pero lo que hacemos cuando tomamos estas sustancias químicas es propiciar, de forma química y artificial, la producción de hormonas de la alegría, y lo que hacemos realmente cuando resolvemos estas sensaciones por medios artificiales es volver al sistema endocrino más débil y flojo cada vez para producir dichas hormonas de forma natural, es decir, estamos provocando que el cuerpo se acostumbre a que los medicamentos hagan su labor por el.
A la larga, corremos el riesgo de volvernos dependientes a tomar sustancias para sentirnos bien.
Qué haces para sentirte bien?
Hay otras formas que usamos para sentirnos alegres y que no solamente tiene que ver con “tomar algo”.
Comer mucho o hablar mucho, por ejemplo, o criticar a un tercero (porque eso nos hace sentir importantes, etc.), son otras formas de tratar de conseguir la felicidad que no sentimos o tapar algo que no queremos sentir.
Es por eso que muchas veces, debajo de la obesidad o de las personas que hablan mucho, encontramos fuertes sentimientos de incomprensión o de muy baja valoración de si mismos.
También podemos aspirar a la alegria por medio de la pareja, cuando uno, en lugar de compartir amor, lo demanda, entonces uno se esta volviendo dependiente afectivo, lo cual se puede entender en que la persona no ha encontrado los recursos para hacerse sentir feliz ella misma.
Todas estas “felicidades” que buscamos en la pareja, comida, bebida, etc., muchas veces nos dan solamente momentos pasajeros de felicidad, pero basta que se nos prive de ellas para empezar a sentirnos mal, desesperados, ansiosos y entonces, la vida ya no se hace disfrutable.
La alegria natural
Una vez sabiendo los tipos de alegrías que producen endorfinas, es necesario que te observes bien y comprendas que haces en tu vida para obtener la alergia, de que dependes para sentirte bien.
Entre menos necesites para sentirte bien, más la alegría podrá empezarse a ser algo permanente dentro de tú vida.
Entre menos dependas de cosas externas para sentirte alegre y en paz, o con gozo, libre y animado, más, se puede decir, estarás descubriendo esa verdadera felicidad que realmente existe en ti.
Cómo empezar a lograr una felicidad permanente?
Una forma de ir desarrollando una felicidad más profunda y permanente en tu vida es empezar por tratar haciendo todo un esfuerzo de voluntad por no consumir sustancias quimicas ni drogas de ningún tipo, y tratar de ayudarte con hierbas e infusiones para calmar la ansiedad y que te ayuden a sentirte más animado.
Sabemos lo complejo de dejar estas dependencias, pero puedes buscar ayuda si es necesario para que puedas empezar a despegarte de ellas.
También es necesario que hagas un esfuerzo por no recurrir a comer pasteles, ni azucar, ni todo eso que solo te da un momento pasajero de gusto.
Si te sientes ansiosa y no sabes que hacer, puedes tratar de tomar una infusión de mejorana, manzanilla, anis o sauce, etc., hierbas naturales que pueden ayudarte a empezar una producción de endorfinas natural en tu cabeza y a reducir tú ansiedad y angustia.
Muchas dietas no se pueden lograr por falta de voluntad y de dejar que el hábito de lo cómodo y superficial nos domine.
No te dejes llevar por los clichés perfeccionistas de la sociedad, que no te intimide la propaganda que dice que debes tener, por ejemplo, ciertas medidas o rasgos faciales para ser querida o aceptada.
Este es sólo un ejemplo, pero hay muchas cosas que se anuncian apor lla afuera y que intentan hacerse indispensables en tu vida, pero que solo provocan que te angusties por no tenerlas o por no ser de cierta forma.
Otra recomendación para empezar a lograr una felicidad más estable y profunda es buscar las cosas que realmente te hacen feliz y dejar de vivir para los demás o para lo demás, dejar de considerarte una máquina o robot que solo vive para trabajar y pagar o atender los asuntos cotidianos.
Hay que rebasar estos limites sociales de la felicidad e ir más allá, centrarse más en lo que uno verdaderamente quiere obtener de su vida, aprender a abrir más los ojos y a considerar más lo que hay a nuestro alrededor, y, sobre todo, empezar a generarse valor para dejar atrás todo aquello que te hace sentir poco valioso, construirte un autovalor y confianza a través de tú autoconocimiento y el desarrollo de tú propia habilidad creativa.
Reglas básicas para ser feliz
Disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas.
Disfrutar de una conversación o de una buena compañía, de un atardecer, de las salidas al campo evitando opacarlas con tantas comodidades y distractores que nos impidan apreciar la belleza que hay en la naturaleza.
Hemos perdido la capacidad de asombro ante las maravillas que se nos presentan a diario, nos saturamos de comodidades y placeres y terminamos hastiados y aburridos.
El remedio : desapegarnos de tantas cosas y volver a disfrutar de lo esencial y de lo natural, el amor, la amistad, la vida sencilla, la armonía...
Mostrar un sentido positivo ante las personas y acontecimientos.
Hay que tratar de verlas cualidades más que los defectos, las ventajas más que las desventajas; tener una actitud optimista y alegre aún en medio de los contratiempos, las adversidades y los defectos propios o ajenos, viendo en ellos oportunidades para crecer.
Como decían hace algunos años en un anuncio por televisión:
“Ver un vaso medio vacío o medio lleno es cuestión de actitud”.
Verlo como obstáculo invencible o como reto a superar es cuestión de grandeza de espíritu.
Aceptar las propias posibilidades y limitaciones.
Para amarse hay que conocerse y aceptarse tal como somos y con la esperanza de lo que podemos llegar a ser.
Reconocer nuestras cualidades es fácil y nos llena de orgullo, pero tenemos que trabajar mucho respecto a nuestras limitaciones y defectos pues reconocerlos no es fácil.
Pero es el primer paso necesario para ser mejores y es a la vez psico higiénico,saludable para nuestro equilibrio emocional, porque de lo contrario corremos el riesgo de desconectarnos de la realidad y vivir en la mentira, de aparentar ser quienes no somos y de nunca llegar a ser quienes quisiéramos.
Hacer de nuestras ocupaciones habituales una fuente de alegría y amar lo que hacemos.
Tenemos que aprender a alegrarnos con nuestros logros y con el esfuerzo necesario por alcanzarlos en todas nuestras actividades habituales : trabajo, estudio, diversión, interrelación con los demás, aunque algunas de ellas nos produzcan cansancio o desgaste emocional.
Pasarlo bien en familia.
Hay que construir la familia y un entorno saludable para ella.
No basta con casarse y tener hijos, hay que propiciar experiencias de vida, valiosas y agradables.
Hay que aprender a “pasarla bien” en todos los niveles: corporal, afectivo y espiritual : comidas, fiestas, excursiones, disfrutar juntos de una buena película, compartir en la mesa las alegrías y tristezas, ser solidarios, tener detalles de cariño.
La felicidad, es el estado del ser donde prevalece la satisfacción, la plenitud, el regocijo y la vida consciente.
Alguna vez has dicho que estás feliz?
Y te ha pasado que al otro día ya no lo estás?
Pues, en realidad, eso no era felicidad.
La felicidad es un estilo de vida, algo que simplemente se implanta en nuestro interior para siempre, y no por momenticos.
Es esa sensación de autorrealización que nos hace sonreír de manera inevitable.
La felicidad tiene determinadas formas de ser, ciertas maneras de estar presente.
He aquí las 4 formas de la felicidad :
La Felicidad Del Corazón
La felicidad del corazón, es la que se produce a partir de los sentimientos positivos que albergamos en nuestra vida, principalmente el amor.
Nuestro corazón es feliz cuando está libre de aquellos sentimientos dañinos y contaminantes… Como el rencor, el odio, la venganza, la ira, etc.
Las emociones que elegimos para guardar en nuestro corazón, son las que definen la felicidad que este sienta.
A veces pensamos que con cargar resentimientos por otros, nos sentiremos tranquilos con nosotros mismos, pero en realidad lo único que logramos, es llenar de basura nuestro interior y lastimarnos a nosotros mismos.
La Felicidad Mental
La felicidad mental, es la que se satisface de nuevos conocimientos y descubrimientos.
Se es feliz mentalmente, cuando dedicamos parte de nuestro tiempo a estudiar aquello que nos gusta, cuando leemos un buen libro o un buen artículo, cuando llegamos a un conocimiento más, cuando descubrimos y analizamos cosas diferentes, cuando ponemos nuestra mente, inteligencia, razonamiento y lógica a trabajar.
Pero ojo, se es feliz en esta área cuando los conocimientos adquiridos son un aporte positivo para llegar a la meta de vivir como realmente se desea.
Recuerda que es tu tiempo y debes aprovecharlo de la mejor manera para ser feliz…
Y qué mejor que enriqueciendo tu intelecto con material que de paso te hace sonreír?
El hombre no puede vivir plenamente en su mente sin libros y el tiempo suficiente como para estudiarlos, sin la oportunidad para viajar y sin el tiempo para observar, o sin el compañerismo intelectual.
La Felicidad Del Cuerpo
Tu cuerpo necesita sentirse bien y ser feliz.
Muchos se enfocan en su interior, y dejan de lado la satisfacción de las necesidades y placeres del cuerpo.
Hay que tener en cuenta que la satisfacción de aquello que nuestro cuerpo desea, no puede ir en contra de nuestro trabajo y responsabilidad por cuidar nuestra salud y propender nuestro bienestar.
Por ejemplo, está bien que un día decidas comerte un perro caliente en compañía de tu pareja, pero no está bien que día tras día digieras alimentos poco saludables sin actuar de alguna manera para mantener bien.
Tu cuerpo necesita que complazcas tus placeres, obviamente sin caer en el exceso…
El hombre no puede vivir plenamente su cuerpo sin un buen alimento, ropa cómoda, y un refugio que lo abrigue; y sin la libertad proveniente del trabajo.
La Felicidad Del Alma
La felicidad del alma, se da cuando cumplimos nuestras pasiones, desempeñamos nuestra vocación, realizamos las actividades que amamos hacer y nos divertimos mientras lo hacemos.
Hay muchas personas que simplemente se pasan todo el día realizando tareas de otros y para otros (por ejemplo en el empleo), y dejan de tener tiempo para hacer lo que realmente les gusta y les apasiona.
En tú vida, tu alma debe estar satisfecha y feliz cada día con lo que haces, con la manera de llevar tu vida y día a día.
Tú alma se alimenta de tus relaciones interpersonales, del tiempo que pasan en determinado entorno, de tu amistad con la naturaleza.
Para vivir plenamente en su alma, debe tener relaciones intelectuales, y debe rodearse de todos los objetos de arte y la belleza que él sea capaz de utilizar y apreciar.
Tú felicidad depende de ti mismo, del equilibrio con el que cuente tu vida, del bienestar que aportes a cada área de ella.
Necesitas vivir una vida íntegra, en armonía con cada fibra de tu ser, con cada espacio de tú alrededor…
Solo de esta manera, serás feliz y alcanzarás la verdadera plenitud.
liberar el corazón de emociones negativas
Cómo se puede liberar su interior específicamente del rencor.
Aunque parecerá simple en principio, esta respuesta tiene el suficiente poder en su esencia como para cambiar tú vida y la mía.
Las emociones, son el resultado frente a determinados estímulos provenientes del ambiente o el entorno que nos rodea, y hasta de nosotros mismos.
De esta manera, hay emociones positivas y negativas (Ya que un estímulo puede ser positivo o negativo).
Por ejemplo, podríamos decir que la satisfacción y la comodidad son emociones positivas que aparecen cuando estamos acompañados de personas agradables (a nuestra percepción) que impulsan nuestro bienestar.
Así mismo, una emoción negativa podría ser la ira y el sentimiento de desconfianza que surge cuando alguien nos ha hecho daño o simplemente ha ido en contra de eso que percibimos como correcto.
Por otro lado, una de las características más trascendentes de las emociones, es que logran alterar nuestra atención, modifican nuestras conductas y refuerzan caminos neuronales en nosotros, al mismo tiempo que activa redes asociativas relevantes a la memoria.
Esto hace que las emociones positivas perduren en nuestro ser haciéndonos felices (por ejemplo con el amor hacia la pareja), y que igualmente las negativas permanezcan destruyéndonos día tras día (por ejemplo cuando odiamos a alguien).
Sin embargo, aunque las emociones tanto positivas como negativas tienen tan fuerte impacto en nuestra mente y terminan afectando nuestro ser; las emociones negativas tienen principalmente una manera de ser desarraigadas de nuestro corazón : por medio del perdón.
Y no, perdonar no es tan simple como siempre te lo han hecho creer.
Muchos se jactan diciendo que saben perdonar, que es cuestión de tiempo para que sanen las heridas que tenemos en el corazón… Y no, no dudo que el tiempo sane heridas, pero esto es meramente físico.
De tú corazón y de tu mente, o te encargas tú, o dejas que tu veneno interno crezca cada día más.
Como dice el viejo adagio:
Errar es Humano. Perdonar es Divino.
William Shakespeare
El perdón y el autosabotaje o autoengaño, son cosas muy diferentes.
En cualquier momento podrás pensar que has perdonado a alguien, o a ti mismo cuando has cometido un error y te has decepcionado; pero ten cuidado!, puedes estar engañándote a ti mismo y con ello, logrando que tus emociones negativas se aumenten mucho más.
Entonces, como es tan fácil caer en el autosabotaje creyendo que estamos perdonando, tengo para ti las siguientes evidencias de un verdadero perdón :
No hay sentimiento de culpa ni resentimiento : cuando has perdonado simplemente no hay culpables, no hay rencores ni odios en medio.
Cuando alguien te ha hecho daño, quedas como con “la espinita” en el corazón, y cuando has perdonado sinceramente, esa “espinita” desaparece automáticamente.
Muchos dicen que “se perdona pero no se olvida”, y esto es mentira.
Sí se puede olvidar el daño que alguien te haya hecho, o el que tú mismo te has hecho…
Es sólo cuestión de destruir caminos neuronales y crear unos más fuertes de amor, comprensión y sobre todo objetividad frente a lo sucedido.
Con el recuerdo, no aparecen síntomas negativos : si sientes ira o desprecio por algo, con simplemente verlo o recordarlo, ya tu cuerpo reacciona negativamente.
Tales síntomas negativos son el aumento de la frecuencia cardíaca, la aceleración del ritmo respiratorio, se contrae el diafragma, se incrementan los niveles de estrés, las glándulas sudoriparas dejan de termorregular tu cuerpo, etc.
Entonces, si has perdonado a alguien que te ha hecho daño o te has perdonado a ti mismo por un error del pasado, tú cuerpo no reaccionará negativamente al recordar el hecho o al ver la persona por la que sentiste rencor.
Sabiendo esto, ahora será muy fácil para ti darte cuenta si realmente has sabido perdonar de corazón a otro, o si simplemente lo has hecho “de boca para afuera”.
Y para terminar, quiero darte dos razones bastante fuertes por la cuales deberías perdonar a otro, sin importar lo que te ha hecho o cuánto daño te ha causado :
Los seres humanos somos naturalmente imperfectos : acaso puedes negar esto?,
Acaso tú no has cometido errores?
Tú y yo no somos perfectos, y a lo mejor pasará un largo tiempo hasta que un día la evolución de la humanidad permita serlo.
No juzgues a otros por sus errores, porque tienen el derecho innato de equivocarse.
Y no, perdonar no es volverse estúpido e ingenuo como para dejar que otros pasen por encima de tú vida.
Perdonar simplemente es liberar tú corazón de las emociones negativas que hayan quedado por causa de una experiencia.
No esperes que otros sean como tú, ni que piensen como tú, porque tan sólo por el hecho de vivir de manera mínimamente diferente, somos absolutamente distintos unos de otros.
Tus emociones negativas sólo te traerán desgracia : si realmente quieres llegar a ser feliz un día, entonces aprende a perdonar.
No sólo a otros, sino también a ti mismo.
Ya sabes todo lo que causa en ti las emociones negativas (estrés, hipertensión arterial, daño en el sistema inmunológico, etc), realmente crees que vale la pena deteriorar tu salud a causa de errores que otros cometen y seguirán cometiendo toda la vida? No creo.
No sigas haciendo de tu vida, de tú cuerpo y de tú corazón, un cajón lleno de suciedad y mal olor a causa de las emociones negativas.
Tú existencia es lo suficientemente valiosa como para desperdiciarla sintiendo rencores e iras que lo único que hacen es ir en detrimento de tú salud, bienestar y felicidad.
Analiza objetivamente las cosas que te pasan, recuerda que aunque sea difícil de aceptarlo, tú eres el responsable hasta de la más mínima cosa que te sucede…
Cómo? Por simple atracción.
No olvides nuestra naturaleza como seres humanos, más bien evalúa cada situación y date la oportunidad de racionalizar, antes de dejarte llevar por el emocionalismo si no es tu responsabilidad entonces no te culpes.
Hay personas que sufren, cuando ven a otros sufrir. Hay quienes lloran, cuando ven a otros llorar.
Y finalmente, hay quienes se culpan y se acongojan cuando no pueden ayudar a otro, mientras pasa un mal momento.
Personalmente, considero la compasión y el amor por los demás, como dos de los más importantes sentimientos humanos
Sin duda, se siente un gran placer poder ayudar a otros, se siente una inmensa alegría cuando nuestras palabras pueden desvanecer la tristeza de un corazón herido, y finalmente se siente una increíble satisfacción, cuando podemos detenernos por un segundo para dar la mano a quien está caído.
Pero hay algo importante en todo esto y que a veces dejamos pasar por alto, y es que la compasión y el deseo por ayudar a otros, no deben sobrepasar el límite de la objetividad y lo razonable.
Es decir, hay personas que pasan de ser compasivos a volverse obsesivos y compulsivos por la ayuda a otros.
La pregunta entonces es: ¿Cuándo Se Pasa De Ser Compasivo A Ser Obsesivo?
Pues bien, la compasión es en sí mismo el sentimiento humano que conmueve nuestras vidas para sentir el dolor de otros, para experimentar sus sufrimientos en nuestro interior y sentir un inmenso impulso por ayudarlos a salir de esa situación para verlos mejor.
En otras palabras, la compasión es el deseo innato y natural que tenemos como seres humanos en velar por el bienestar de los demás.
Por otro lado, la obsesión es un trastorno mental y una perturbación anímica, que produce inconsciencia o incongruencia en las personas, logrando que éstas maximicen y exageren una situación.
Es decir, la obsesión provoca una realidad idealizada en las personas que la padecen, gracias a que el emocionalismo se dispara dentro de ellos, y apaga la valiosa luz de la razón.
Entonces, cuando nuestra compasión se vuelve una obsesión, es justamente cuando dejamos de pensar “con cabeza fría” lo que debemos hacer para proveer bienestar a otro, y a nosotros mismos.
La obsesión nos hace sentir responsables del mundo entero, nos hace creer que somos más que perfectos y que el bien de la humanidad está en nuestras manos, nos hace olvidar que la vida de otros, es eso, de otros…
Y que hay un gran límite sobre lo que podamos hacer por ellos, comparado a lo que ellos quieran hacer por ellos mismos.
Recapitulando, lo que debes entender es que hay un delgado hilo entre compadecerte por otro y obsesionarte con otro.
Está bien que ayudes a quien más puedas, está bien que te apasione el bien de los demás y que actúes en consecuencia de ello; lo que no está bien, es que pases por encima de tu propia vida y de la objetividad, por querer que otros vivan como tú quieres que vivan.
La vida de cada persona es su responsabilidad, la realidad que todos vivimos es por causa de lo que hemos atraído. Es así de simple.
No permitas que tu bienestar y tu estabilidad emocional se ponga en riesgo por causa de los errores que otros han cometido.
Ten muy en cuenta que sin objetividad, puedes llegar a una enfermedad psicológica por causa de no saber controlar la situación.
Sólo mientras tú estés bien, podrás dar una mano a quien necesita ayuda, y podrás hacerle entender que algo en su vida tiene una piecita por ajustarse.
No te culpes si un día simplemente no puedes hacer nada para ayudar a alguien; y pilas, ten cuidado de mantener al margen tu percepción subjetiva para calificar si los actos de otros están bien o mal.
Finalmente, encárgate de hacer de tu propia vida lo que siempre has anhelado…
En el camino, irás aprendiendo que la objetividad es una magnífica opción para vivir la vida (por no decir que la mejor).
De esta manera, podrás impartirle a otros la motivación suficiente para analizar sus propios actos, y asumir sus responsabilidades.
Da una mano si es necesario, pero no olvides que con la otra debes aferrarte bien fuerte a la objetividad de la vida
Reglas básicas para ser feliz
Disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas.
Disfrutar de una conversación o de una buena compañía, de un atardecer, de las salidas al campo evitando opacarlas con tantas comodidades y distractores que nos impidan apreciar la belleza que hay en la naturaleza.
Hemos perdido la capacidad de asombro ante las maravillas que se nos presentan a diario, nos saturamos de comodidades y placeres y terminamos hastiados y aburridos.
El remedio : desapegarnos de tantas cosas y volver a disfrutar de lo esencial y de lo natural, el amor, la amistad, la vida sencilla, la armonía...
Mostrar un sentido positivo ante las personas y acontecimientos.
Hay que tratar de verlas cualidades más que los defectos, las ventajas más que las desventajas; tener una actitud optimista y alegre aún en medio de los contratiempos, las adversidades y los defectos propios o ajenos, viendo en ellos oportunidades para crecer.
Como decían hace algunos años en un anuncio por televisión:
“Ver un vaso medio vacío o medio lleno es cuestión de actitud”.
Verlo como obstáculo invencible o como reto a superar es cuestión de grandeza de espíritu.
Aceptar las propias posibilidades y limitaciones.
Para amarse hay que conocerse y aceptarse tal como somos y con la esperanza de lo que podemos llegar a ser.
Reconocer nuestras cualidades es fácil y nos llena de orgullo, pero tenemos que trabajar mucho respecto a nuestras limitaciones y defectos pues reconocerlos no es fácil.
Pero es el primer paso necesario para ser mejores y es a la vez psico higiénico,saludable para nuestro equilibrio emocional, porque de lo contrario corremos el riesgo de desconectarnos de la realidad y vivir en la mentira, de aparentar ser quienes no somos y de nunca llegar a ser quienes quisiéramos.
Hacer de nuestras ocupaciones habituales una fuente de alegría y amar lo que hacemos.
Tenemos que aprender a alegrarnos con nuestros logros y con el esfuerzo necesario por alcanzarlos en todas nuestras actividades habituales : trabajo, estudio, diversión, interrelación con los demás, aunque algunas de ellas nos produzcan cansancio o desgaste emocional.
Pasarlo bien en familia.
Hay que construir la familia y un entorno saludable para ella.
No basta con casarse y tener hijos, hay que propiciar experiencias de vida, valiosas y agradables.
Hay que aprender a “pasarla bien” en todos los niveles: corporal, afectivo y espiritual : comidas, fiestas, excursiones, disfrutar juntos de una buena película, compartir en la mesa las alegrías y tristezas, ser solidarios, tener detalles de cariño.
La felicidad, es el estado del ser donde prevalece la satisfacción, la plenitud, el regocijo y la vida consciente.
Alguna vez has dicho que estás feliz?
Y te ha pasado que al otro día ya no lo estás?
Pues, en realidad, eso no era felicidad.
La felicidad es un estilo de vida, algo que simplemente se implanta en nuestro interior para siempre, y no por momenticos.
Es esa sensación de autorrealización que nos hace sonreír de manera inevitable.
La felicidad tiene determinadas formas de ser, ciertas maneras de estar presente.
He aquí las 4 formas de la felicidad :
La Felicidad Del Corazón
La felicidad del corazón, es la que se produce a partir de los sentimientos positivos que albergamos en nuestra vida, principalmente el amor.
Nuestro corazón es feliz cuando está libre de aquellos sentimientos dañinos y contaminantes… Como el rencor, el odio, la venganza, la ira, etc.
Las emociones que elegimos para guardar en nuestro corazón, son las que definen la felicidad que este sienta.
A veces pensamos que con cargar resentimientos por otros, nos sentiremos tranquilos con nosotros mismos, pero en realidad lo único que logramos, es llenar de basura nuestro interior y lastimarnos a nosotros mismos.
La Felicidad Mental
La felicidad mental, es la que se satisface de nuevos conocimientos y descubrimientos.
Se es feliz mentalmente, cuando dedicamos parte de nuestro tiempo a estudiar aquello que nos gusta, cuando leemos un buen libro o un buen artículo, cuando llegamos a un conocimiento más, cuando descubrimos y analizamos cosas diferentes, cuando ponemos nuestra mente, inteligencia, razonamiento y lógica a trabajar.
Pero ojo, se es feliz en esta área cuando los conocimientos adquiridos son un aporte positivo para llegar a la meta de vivir como realmente se desea.
Recuerda que es tu tiempo y debes aprovecharlo de la mejor manera para ser feliz…
Y qué mejor que enriqueciendo tu intelecto con material que de paso te hace sonreír?
El hombre no puede vivir plenamente en su mente sin libros y el tiempo suficiente como para estudiarlos, sin la oportunidad para viajar y sin el tiempo para observar, o sin el compañerismo intelectual.
La Felicidad Del Cuerpo
Tu cuerpo necesita sentirse bien y ser feliz.
Muchos se enfocan en su interior, y dejan de lado la satisfacción de las necesidades y placeres del cuerpo.
Hay que tener en cuenta que la satisfacción de aquello que nuestro cuerpo desea, no puede ir en contra de nuestro trabajo y responsabilidad por cuidar nuestra salud y propender nuestro bienestar.
Por ejemplo, está bien que un día decidas comerte un perro caliente en compañía de tu pareja, pero no está bien que día tras día digieras alimentos poco saludables sin actuar de alguna manera para mantener bien.
Tu cuerpo necesita que complazcas tus placeres, obviamente sin caer en el exceso…
El hombre no puede vivir plenamente su cuerpo sin un buen alimento, ropa cómoda, y un refugio que lo abrigue; y sin la libertad proveniente del trabajo.
La Felicidad Del Alma
La felicidad del alma, se da cuando cumplimos nuestras pasiones, desempeñamos nuestra vocación, realizamos las actividades que amamos hacer y nos divertimos mientras lo hacemos.
Hay muchas personas que simplemente se pasan todo el día realizando tareas de otros y para otros (por ejemplo en el empleo), y dejan de tener tiempo para hacer lo que realmente les gusta y les apasiona.
En tú vida, tu alma debe estar satisfecha y feliz cada día con lo que haces, con la manera de llevar tu vida y día a día.
Tú alma se alimenta de tus relaciones interpersonales, del tiempo que pasan en determinado entorno, de tu amistad con la naturaleza.
Para vivir plenamente en su alma, debe tener relaciones intelectuales, y debe rodearse de todos los objetos de arte y la belleza que él sea capaz de utilizar y apreciar.
Tú felicidad depende de ti mismo, del equilibrio con el que cuente tu vida, del bienestar que aportes a cada área de ella.
Necesitas vivir una vida íntegra, en armonía con cada fibra de tu ser, con cada espacio de tú alrededor…
Solo de esta manera, serás feliz y alcanzarás la verdadera plenitud.
liberar el corazón de emociones negativas
Cómo se puede liberar su interior específicamente del rencor.
Aunque parecerá simple en principio, esta respuesta tiene el suficiente poder en su esencia como para cambiar tú vida y la mía.
Las emociones, son el resultado frente a determinados estímulos provenientes del ambiente o el entorno que nos rodea, y hasta de nosotros mismos.
De esta manera, hay emociones positivas y negativas (Ya que un estímulo puede ser positivo o negativo).
Por ejemplo, podríamos decir que la satisfacción y la comodidad son emociones positivas que aparecen cuando estamos acompañados de personas agradables (a nuestra percepción) que impulsan nuestro bienestar.
Así mismo, una emoción negativa podría ser la ira y el sentimiento de desconfianza que surge cuando alguien nos ha hecho daño o simplemente ha ido en contra de eso que percibimos como correcto.
Por otro lado, una de las características más trascendentes de las emociones, es que logran alterar nuestra atención, modifican nuestras conductas y refuerzan caminos neuronales en nosotros, al mismo tiempo que activa redes asociativas relevantes a la memoria.
Esto hace que las emociones positivas perduren en nuestro ser haciéndonos felices (por ejemplo con el amor hacia la pareja), y que igualmente las negativas permanezcan destruyéndonos día tras día (por ejemplo cuando odiamos a alguien).
Sin embargo, aunque las emociones tanto positivas como negativas tienen tan fuerte impacto en nuestra mente y terminan afectando nuestro ser; las emociones negativas tienen principalmente una manera de ser desarraigadas de nuestro corazón : por medio del perdón.
Y no, perdonar no es tan simple como siempre te lo han hecho creer.
Muchos se jactan diciendo que saben perdonar, que es cuestión de tiempo para que sanen las heridas que tenemos en el corazón… Y no, no dudo que el tiempo sane heridas, pero esto es meramente físico.
De tú corazón y de tu mente, o te encargas tú, o dejas que tu veneno interno crezca cada día más.
Como dice el viejo adagio:
Errar es Humano. Perdonar es Divino.
William Shakespeare
El perdón y el autosabotaje o autoengaño, son cosas muy diferentes.
En cualquier momento podrás pensar que has perdonado a alguien, o a ti mismo cuando has cometido un error y te has decepcionado; pero ten cuidado!, puedes estar engañándote a ti mismo y con ello, logrando que tus emociones negativas se aumenten mucho más.
Entonces, como es tan fácil caer en el autosabotaje creyendo que estamos perdonando, tengo para ti las siguientes evidencias de un verdadero perdón :
No hay sentimiento de culpa ni resentimiento : cuando has perdonado simplemente no hay culpables, no hay rencores ni odios en medio.
Cuando alguien te ha hecho daño, quedas como con “la espinita” en el corazón, y cuando has perdonado sinceramente, esa “espinita” desaparece automáticamente.
Muchos dicen que “se perdona pero no se olvida”, y esto es mentira.
Sí se puede olvidar el daño que alguien te haya hecho, o el que tú mismo te has hecho…
Es sólo cuestión de destruir caminos neuronales y crear unos más fuertes de amor, comprensión y sobre todo objetividad frente a lo sucedido.
Con el recuerdo, no aparecen síntomas negativos : si sientes ira o desprecio por algo, con simplemente verlo o recordarlo, ya tu cuerpo reacciona negativamente.
Tales síntomas negativos son el aumento de la frecuencia cardíaca, la aceleración del ritmo respiratorio, se contrae el diafragma, se incrementan los niveles de estrés, las glándulas sudoriparas dejan de termorregular tu cuerpo, etc.
Entonces, si has perdonado a alguien que te ha hecho daño o te has perdonado a ti mismo por un error del pasado, tú cuerpo no reaccionará negativamente al recordar el hecho o al ver la persona por la que sentiste rencor.
Sabiendo esto, ahora será muy fácil para ti darte cuenta si realmente has sabido perdonar de corazón a otro, o si simplemente lo has hecho “de boca para afuera”.
Y para terminar, quiero darte dos razones bastante fuertes por la cuales deberías perdonar a otro, sin importar lo que te ha hecho o cuánto daño te ha causado :
Los seres humanos somos naturalmente imperfectos : acaso puedes negar esto?,
Acaso tú no has cometido errores?
Tú y yo no somos perfectos, y a lo mejor pasará un largo tiempo hasta que un día la evolución de la humanidad permita serlo.
No juzgues a otros por sus errores, porque tienen el derecho innato de equivocarse.
Y no, perdonar no es volverse estúpido e ingenuo como para dejar que otros pasen por encima de tú vida.
Perdonar simplemente es liberar tú corazón de las emociones negativas que hayan quedado por causa de una experiencia.
No esperes que otros sean como tú, ni que piensen como tú, porque tan sólo por el hecho de vivir de manera mínimamente diferente, somos absolutamente distintos unos de otros.
Tus emociones negativas sólo te traerán desgracia : si realmente quieres llegar a ser feliz un día, entonces aprende a perdonar.
No sólo a otros, sino también a ti mismo.
Ya sabes todo lo que causa en ti las emociones negativas (estrés, hipertensión arterial, daño en el sistema inmunológico, etc), realmente crees que vale la pena deteriorar tu salud a causa de errores que otros cometen y seguirán cometiendo toda la vida? No creo.
No sigas haciendo de tu vida, de tú cuerpo y de tú corazón, un cajón lleno de suciedad y mal olor a causa de las emociones negativas.
Tú existencia es lo suficientemente valiosa como para desperdiciarla sintiendo rencores e iras que lo único que hacen es ir en detrimento de tú salud, bienestar y felicidad.
Analiza objetivamente las cosas que te pasan, recuerda que aunque sea difícil de aceptarlo, tú eres el responsable hasta de la más mínima cosa que te sucede…
Cómo? Por simple atracción.
No olvides nuestra naturaleza como seres humanos, más bien evalúa cada situación y date la oportunidad de racionalizar, antes de dejarte llevar por el emocionalismo si no es tu responsabilidad entonces no te culpes.
Hay personas que sufren, cuando ven a otros sufrir. Hay quienes lloran, cuando ven a otros llorar.
Y finalmente, hay quienes se culpan y se acongojan cuando no pueden ayudar a otro, mientras pasa un mal momento.
Personalmente, considero la compasión y el amor por los demás, como dos de los más importantes sentimientos humanos
Sin duda, se siente un gran placer poder ayudar a otros, se siente una inmensa alegría cuando nuestras palabras pueden desvanecer la tristeza de un corazón herido, y finalmente se siente una increíble satisfacción, cuando podemos detenernos por un segundo para dar la mano a quien está caído.
Pero hay algo importante en todo esto y que a veces dejamos pasar por alto, y es que la compasión y el deseo por ayudar a otros, no deben sobrepasar el límite de la objetividad y lo razonable.
Es decir, hay personas que pasan de ser compasivos a volverse obsesivos y compulsivos por la ayuda a otros.
La pregunta entonces es: ¿Cuándo Se Pasa De Ser Compasivo A Ser Obsesivo?
Pues bien, la compasión es en sí mismo el sentimiento humano que conmueve nuestras vidas para sentir el dolor de otros, para experimentar sus sufrimientos en nuestro interior y sentir un inmenso impulso por ayudarlos a salir de esa situación para verlos mejor.
En otras palabras, la compasión es el deseo innato y natural que tenemos como seres humanos en velar por el bienestar de los demás.
Por otro lado, la obsesión es un trastorno mental y una perturbación anímica, que produce inconsciencia o incongruencia en las personas, logrando que éstas maximicen y exageren una situación.
Es decir, la obsesión provoca una realidad idealizada en las personas que la padecen, gracias a que el emocionalismo se dispara dentro de ellos, y apaga la valiosa luz de la razón.
Entonces, cuando nuestra compasión se vuelve una obsesión, es justamente cuando dejamos de pensar “con cabeza fría” lo que debemos hacer para proveer bienestar a otro, y a nosotros mismos.
La obsesión nos hace sentir responsables del mundo entero, nos hace creer que somos más que perfectos y que el bien de la humanidad está en nuestras manos, nos hace olvidar que la vida de otros, es eso, de otros…
Y que hay un gran límite sobre lo que podamos hacer por ellos, comparado a lo que ellos quieran hacer por ellos mismos.
Recapitulando, lo que debes entender es que hay un delgado hilo entre compadecerte por otro y obsesionarte con otro.
Está bien que ayudes a quien más puedas, está bien que te apasione el bien de los demás y que actúes en consecuencia de ello; lo que no está bien, es que pases por encima de tu propia vida y de la objetividad, por querer que otros vivan como tú quieres que vivan.
La vida de cada persona es su responsabilidad, la realidad que todos vivimos es por causa de lo que hemos atraído. Es así de simple.
No permitas que tu bienestar y tu estabilidad emocional se ponga en riesgo por causa de los errores que otros han cometido.
Ten muy en cuenta que sin objetividad, puedes llegar a una enfermedad psicológica por causa de no saber controlar la situación.
Sólo mientras tú estés bien, podrás dar una mano a quien necesita ayuda, y podrás hacerle entender que algo en su vida tiene una piecita por ajustarse.
No te culpes si un día simplemente no puedes hacer nada para ayudar a alguien; y pilas, ten cuidado de mantener al margen tu percepción subjetiva para calificar si los actos de otros están bien o mal.
Finalmente, encárgate de hacer de tu propia vida lo que siempre has anhelado…
En el camino, irás aprendiendo que la objetividad es una magnífica opción para vivir la vida (por no decir que la mejor).
De esta manera, podrás impartirle a otros la motivación suficiente para analizar sus propios actos, y asumir sus responsabilidades.
Da una mano si es necesario, pero no olvides que con la otra debes aferrarte bien fuerte a la objetividad de la vida
Reir reduce
los niveles de hormonas del estrés: epinefrina y cortisol.
Reírse fortalece el sistema inmunológico
El sistema inmune juega un papel importante para
mantener la buena salud mediante la detección de infecciones, alergias y cáncer
para detener su avance y recuperar la salud del cuerpo.
Estudios recientes sobre los efectos de la risa,
realizados por el Dr. Lee S. Berk, Profesor de la Universidad de Loma Linda,
California, E.U.A., demuestran que la risa aumenta el conteo de células naturales
asesinas (células NK una tipo de glóbulo blanco) y los niveles de anticuerpos.
La terapia de la risa ayuda a incrementar anticuerpos
(Inmunoglobina A) en la mucosa de las fosas nasales y las vías respiratorias.
Reír es la fuente de la juventud
Tonifica los músculos faciales
Reírse ocasiona un incremento en el suministro de
sangre hacia el rostro, lo que provoca que algunas personas luzcan ruborizadas.
Esto nutre la piel y la hace relucir.
Las personas se ven más jóvenes y divertidas cuando
ríen.
Reírse es un ejercicio aeróbico
Reírse estimula el corazón y la sangre y es el
equivalente a realizar cualquier otro tipo de ejercicio aeróbico tradicional.
El Dr. William Fry, de la Universidad de Stanford,
E.U.A., ha declarado que un minuto de reír vigorosamente equivale a 10 minutos
en las máquinas de ejercicio de remo.
El beneficio más peculiar que la mayoría de las
personas recibe es una sensación de bienestar derivada del incremento de
oxigenación en el cuerpo durante la risa.
Es un régimen de ejercicio que la mayoría de la gente
puede realizar, incluso personas que deben permanecer en cama o en una silla de
ruedas.
La risa brinda un masaje a todos los órganos internos
al mejorar el suministro de sangre e incrementar su eficiencia.
Reírse ejercita los músculos abdominales y ayuda a
mejorar su tonificación.
Reírse es un Analgésico Natural
La risa incrementa los niveles de endorfinas los
analgésicos naturales del cuerpo humano.
Norman Cousins, periodista de E.U.A., quien se
encontraba padeciendo de una incurable enfermedad de la columna, se benefició
con una terapia de risa una vez que los medicamentos farmacéuticos habían
resultado inefectivos.
Las endorfinas que se liberan como resultado de una
risa vigorosa pueden ayudar a reducir la intensidad del dolor en los pacientes
que sufren de artritis, espondilitis y espasmos musculares en el cuerpo.
Reírse puede controlar la presión arterial
La risa puede ayudar a controlar la presión sanguínea
al reducir la liberación de las hormonas relacionadas al estrés.
Los experimentos han demostrado que una sesión de risa
de 10 minutos puede conducir a una reducción de 10-20 mm en la presión
arterial.
Esto, sin embargo, no quiere decir que los pacientes
que toman diariamente de 2 a 3 tabletas de medicamento para la presión queden
automáticamente y permanentemente curados.
Reirse puede ayudar a desechar la depresión y la
ansiedad
El estrés de la vida cotidiana actual cobra una cuota
muy alta de la mente y el cuerpo humano.
Reír te ayudará a dormir más tiempo y más
profundamente.
Reduce la depresión.
Algunas personas han manifestado que pudieron dejar de
tomar sus medicamentos antidepresivos y tranquilizantes.
La risa Alivia la Bronquitis y el Asma
Reír mejora la capacidad pulmonar y los niveles de
oxígeno en la sangre.
Los miembros de los clubes de la risa que padecen asma
reportan una evidente reducción en la frecuencia de esos ataques.
Reír simplemente te hace sentir bien
Ríe y el
mundo reirá contigo.
La manera
en la que reaccionas ante la vida depende de ti.
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