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Secrets of the slave state

5/19/13

Promoviendo la paz y rechazando la guerra está el verdadero camino hacia un nuevo futuro para la humanidad, la compasión es la materia prima del universo


La paz empieza por el rechazo de la violencia como forma de solucionar los conflictos.

La paz se debe interiorizar culturalmente y esto supone erradicar la cultura de la guerra y la violencia como forma de resolver los problemas que genera el modelo de desarrollo actual. 

Se piensa que la guerra es injusta y dramática para los seres humanos, pero también se considera inevitable en muchos casos. 

Es un ejemplo claro de que con el dominio de la cultura de la violencia las soluciones violentas siempre están justificadas y que si no se realizan cambios conceptuales y se toman medidas preventivas se recurrirá siempre a la violencia como último recurso. 

La cultura de la paz se centra sobre todo en los procesos y en los métodos para solucionar los problemas y esto supone generar las estructuras y mecanismos para que se pueda llevar a cabo. 

Su generalización persigue la erradicación de la violencia estructural (pobreza, marginación, etc..), así como la violencia directa, mediante el uso de procedimientos no violentos en la resolución de conflictos y mediante medidas preventivas.

En vez de hacerle eco a la guerra, es  preferible promover un clima pacifico mundial de la siguiente manera :

Promoviendo una cultura de paz por medio de la educación y los valores, promoviendo el desarrollo económico y social sostenible, promoviendo el respeto de todos los derechos humanos,garantizando la igualdad entre mujeres y hombres asi sean grandes o pequeños, promoviendo la participación democrática, promoviendo la comprehensión, la tolerancia y la solidaridad,apoyando la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos, promoviendo la paz y la seguridad internacionales para una mejor claridad.

Hay que intentar concienciar al mundo sobre la necesidad de tener una cultura de no violencia y con esto exigir la participación de todos en este cambio evolutivo, en el cual 5 parámetros principales nos ayudarán a forjar un mundo más justo, más solidario, más libre, digno y armonioso, y con mejor prosperidad para todos. 

Nuestro universo debe ser uno libre de la guerra, conflictos, corrupción, y cosas negativas que afecten a las personas y al futuro venidero.

Respetemos y valoremos la vida de los demás y su dignidad. 

No tengamos prejuicios ni discriminación. 

Rechacemos la violencia : practicando la no violencia activa y rechacemos la violencia física, sexual, psicológica, económica, social y en todos sus aspectos, en particular a los más débiles, como son los niños y adolescentes.

Compartamos el tiempo y los recursos materiales para terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica de las naciones.

Defendamos la libertad de expresión y la "diversidad cultural", hay que privilegiar el "diálogo" sin ceder al fanatismo y al rechazo, debemos aprender a escuchar como también es bueno aprender a comprender a las personas que nos rodean.

Promovamos un consumo responsable de los recursos planetarios y tengamos en cuenta la importancia de la vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta, promoviendo además el respeto por los animales.

La construcción de una cultura de la paz es un proceso lento que supone un cambio de mentalidad individual y colectiva. 

En este cambio la educación tiene un papel importante en tanto que incide desde las aulas en la construcción de los valores de los que serán futuros ciudadanos y esto permite una evolución del pensamiento social. 

Los cambios evolutivos, aunque lentos, son los que tienen un carácter más irreversible y en este sentido la escuela ayuda con la construcción de nuevas formas de pensar. 

Pero la educación formal no es suficiente para que estos cambios se den en profundidad.

 La sociedad, desde los diferentes ámbitos implicados y desde su capacidad educadora, también deben incidir y apoyar los proyectos y programas educativos formales. 

Así es importante que se genere un proceso de reflexión sobre como se puede incidir en la construcción de la cultura de la paz, desde los medios de comunicación, desde la familia, las empresas, las unidades de producción agrícolas, desde los ayuntamientos, desde las organizaciones no gubernamentales, desde las asociaciones ciudadanas, etc.. 

Se trata de generar una conciencia colectiva sobre la necesidad de una cultura de la paz enraizada en la sociedad con tanta fuerza que no deje lugar a la violencia. 

Y se trata de que los gobiernos tomen conciencia de esta cultura de la paz y de los factores y condicionantes que la facilitarían, tal como eliminación de las situaciones de injusticia, distribución más equitativa de la riqueza, eliminación de la pobreza, derecho a la educación en igualdad de condiciones, etc.. 

Y por otro lado que conviertan esta conciencia en una nueva cultura de administrar el poder.

La educación para la paz debe asentarse en una base sólida y realista.

Educar para la paz supone enseñar y aprender a resolver los conflictos. 

El conflicto está presente de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses y cosmovisiones. 

Los conflictos que suelen tener diversidad de causas y argumentaciones: territoriales, culturales, económicas, sociolaborales, etc.., tradicionalmente se resuelven mediante el uso de la fuerza y mediante la imposición de la voluntad del más fuerte. 

No hay soluciones mágicas pero hay mecanismos para resolver los conflictos de forma diferente y que forma parte de la cultura de la paz :

Eliminación de los factores socioeconómicos que pueden generarlo,desarrollo de una justicia nacional e internacional,previsión del conflicto mediante la observación y política e intervenir para redimensionarlo, control y autocontrol de la agresividad, diálogo, negociación o mediación sin que obligatoriamente haya de haber vencedores y vencidos.

Educar para la paz es una forma particular de educar en valores. 

Cuando educamos, consciente o inconscientemente estamos transmitiendo una escala de valores. 

Educar conscientemente para la paz supone ayudar a construir unos valores y actitudes determinados tales como la justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el dialogo, la participación. 

Al mismo tiempo se cuestionan los valores que son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la violencia, el etnocentrismo, la indiferencia, el conformismo. 

Así la construcción de una cultura de la paz fundamentada en los valores anteriores quiere decir que debe haber un compromiso social desde todas las esferas generando políticas e intervenciones que los refuercen.

Educar para la paz es una educación desde y para la acción. 

No se trata de educar para inhibir la iniciativa y el interés sino para encauzar la actividad y el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.

Educar para la paz es un proceso permanente y por tanto esto se ha de recoger en los proyectos educativos. 

Esto también ha de quedar recogido en los programas o intenciones de los agentes educativos no formales tal como medios de comunicación, organismos no gubernamentales, administraciones locales, etc..

Educar para la paz supone recuperar la idea de paz positiva. 

Esto implica construir y potenciar en el proceso de aprendizaje unas relaciones fundamentadas en la paz entre los alumnos-padres-profesores; entre ciudadano y poder. 

De ello se deriva la necesidad de afrontar los conflictos que se den en la vida del centro y en la sociedad de forma no violenta.

Educar para la paz desde el curriculum escolar implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las áreas o disciplinas que se estudian pero también a la metodología y organización del centro. 
Esta habrá de establecer los mecanismos que la favorezcan.

Finalmente podemos decir que metodológicamente se debería intervenir desde los diferentes ámbitos de influencia (escuela, medios de comunicación, Ong, movimientos asociativos, familias, etc..) para :

Proporcionar situaciones que favorezcan la autoestima como base importante de las relaciones personales y sociales,proporcionar situaciones que favorezcan la comunicación y convivencia con el interior y el exterior de los contextos,participar en celebraciones y actos relacionados con la paz y solidaridad,crear climas democráticos en las aulas, centros y otros contextos de relación,fomentar la reflexión, el intercambio de opiniones y la argumentación como defensa,fomentar la comprensión de los puntos de vista de los compañeros,consensuar y difundir las normas de convivencia,fomentar el trabajo en grupo y los proyectos colectivos,utilizar técnicas de reflexión y desarrollo moral : debates sobre experiencias, clarificación de valores, discusión de dilemas, resolución de conflictos, dramatizaciones, juegos de simulación, etc..

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